Año 3. Número 5. Julio - Diciembre 2015

Ensayo

 

 

Futbol: metáfora de una antropología filosófica

Francisco Javier Álvarez López

 

Después de muchos años durante los cuales el mundo me ha permitido vivir experiencias variadas, lo que sé acerca de la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol.

Albert Camus. Lo que debo al fútbol.

¿Qué es el hombre? ¿Cómo el fútbol soccer se hace presente en la reflexión filosófica? En este escrito se hará un análisis filosófico del hombre desde una perspectivaantropológica como vía de acceso a su fundamento próximo (alteridad) y mi intención en este ensayo es llegar a la certeza de cómo la antropología filosófica se hace presente en el hombre. Para ello, es necesario recurrir al fútbol ayudado por la historia y, señalar la importancia que esta actividad lúdica representa en el hombre. Por lo que es preciso saber que no se ahondará en otro tipo de deporte existente, ni se tratará el tema del fútbol como una actividad denominada “espectáculo”, o asociada al consumo de las masas. Se abordará la historia de la filosofía y se retomarán algunos filósofos que a través del fútbol fueron inspirados para disertar sobre temas relacionados con este apabullante y polémico deporte. De igual manera, se hará una relación entre hombre y fútbol con base en un pensamiento antropológico. Este ensayo, como ya se ha mencionado, propone la idea de definir al hombre y explicar su relación con su ser próximo, además, del singular parecido que existe con la praxis de este deporte.

Es menester señalar que el fútbol se ha constituido en la época actual como un eje referencial en la vida del hombre (situación polémica), en éste se pueden apreciar diversos elementos que van desde lo pasional hasta lo lúdico, si se le ve desde lo superfluo. Algunos hombres lo aprecian desde otra perspectiva, al situar al fútbol en otra visión que no haga que  el hombre viva en un mundo de prejuicios. Con esta situación  se crea una genialidad, la cual debe ser entendida desde la postura de Sócrates, que se concibe como esa luz de quién ha sido tocado por el espíritu, tal y como sucede con algunos futbolistas, como es el caso de: Messi, Pirlo, Ronaldinho, Zidane, Zlatan, Buffon, Nistelrooy, Maradona e incluso Cardozo por mencionar sólo algunos. De igual manera esta genialidad se hace presente en los filósofos que trascienden la línea de lo intelectual y lo ordinario, para hacer de estos estadios una síntesis que dé como resultado cierta reflexión que tenga sus orígenes en una percepción diferente y que se haga tangible en ideas originales.

Ante esto, debemos tener claro que el fútbol tiene un gran poder en el hombre, algunas personas piensan o creen que este deporte es la cuna de la enajenación de la sociedad o de éste mismo. Pero, debemos tener claro que el fútbol es un deporte complejo en el cual intervienen múltiples elementos que hacen que el balón pie, pueda ser visto como un sistema de estrategias y reflexiones que puedan elevarse sobre la visión del hombre prejuiciado.  El fútbol se puede entender según Navia (2007:143) como “un estado de ánimo, cuyo carácter se esgrime como pasión, garra, compromiso, camiseta, corazón e incluso el alma del futbolista”. Por lo que el fútbol no se encierra en el estudio de un juego de signos, en una rigurosa indagación sobre grupos, en el paso de lo dionisiaco (pasional), e incluso en el poder u otras perspectivas que se hacen presente endicho deporte.  Ahora que ya se ha definido el concepto de “fútbol”, es necesario dar paso a otra incógnita importante para el cumplimiento de la empresa y esta radica en ¿cómo se hace presente el fútbol soccer en la reflexión filosófica? Para ello es necesario nombrar algunos filósofos con el objetivo de señalar parte de su reflexión, la cual ha  surgido a través de la historia, tomando siempre como eje central el hombre y su medio natural. La relación existente entre el fútbol y la filosofía es antigua, esto se debe a que diversos filósofos se han dado a la tarea de reflexionar en torno al fútbol, gracias a las características que este deporte posee y que hacen que el hombre a través de un grito eufórico con la leyenda “gol”  proveniente de su garganta, pueda trasmitir tanto a él como a su ser próximo, sensaciones relacionadas con el estupor, admiración y por qué no hasta vacío; de ahí que diversos pensadores hayan expresado sus ideas con base en estos menesteres.

Los filósofos son personas que no se aíslan ante las necesidades que su mundo o su medio natural poseen, ejemplo de ello es Nietzsche, quién a través de su mundo dionisiaco, se dio a la tarea de creer que el fútbol tiene gran arraigo en la sociedad, además de, que ejerce un efecto muy poderoso en esta. Esto radica al momento de observar o  jugar un partido de fútbol, aquí el espectador se da cuenta que existen diversas aristas dentro de este deporte que se pueden estudiar e incluso reflexionar de manera más compleja. Un claro ejemplo de esto es cuando se observan en una cancha de fútbol veintidós jugadores de dos equipos contrarios sin contar los árbitros, con un solo objetivo en común: ganar. Acción que Nietzsche explicó como un mero desbordamiento del “espíritu dionisiaco”¸ el cual consiste en sacar ese lado pasional que poseen los jugadores, a su vez ese lado da surgimiento a otra parte que le complementa, esa parte es su lado apolíneo. Cabe mencionar que con Nietzsche no se puede prescindir de ninguna de estas dos partes ya que ambos elementos se complementan. Para poseer una mejor claridad sobre estos elementos es preciso recurrir al mito dionisiaco, el cual versa sobre una situación en específico: lo irracional, con esto me refiero a que lo pasional es un elemento inherenteal hombre, que deja ver su lado natural sin tratar de aparentar. Y esa irracionalidad o pasión es la que está inserta en el fútbol, donde se pueden observan una serie de pasos quehacen de este deporte casi un rito; aquí el jugador sale a moriren la cancha, por nombrar de alguna manera esta acción, situación que da pie a que existan dos lados posibles en el hombre: el triunfo y la derrota.

 De igual manera, otros filósofos que han dedicado varias ideas al tema del fútbol son Heidegger y Wittgenstein,  el primero encontró en el fútbol un gran interés por la metodología que usa este peculiar deporte y en específico, según el alemán Safranski, en el equipo deportivo “Bayern Munich”, de quien no se perdía ningún partido, asistiendo a la casa de su vecino para ver los juegos de sus “bávaros”. Según Mires (2014.2) Heidegger creía de algún modo que “la genialidad no sólo está en el pensamiento, también está en la vida diaria, en la belleza de unos ojos, en un poema, o en un pase preciso del futbolista Beckenbauer”. Situación que en su momento señaló también el hijo de Heidegger. Siguiendo con este recorrido histórico nos encontramos con el filósofo analítico Wittgenstein, quién se inspiró para la creación de su famosa teoría de “los juegos del lenguaje” al momento de ejercer el rol deespectador en un partido de fútbol, teniendo en claro que la filosofía y el fútbol presentan cierta relación. De igual manera esto se hace presente también en algunos filósofos franceses,  ejemplo de ello es Sartre, quién expresó su opinión e interés por el fútbol. Sartre inspirado en elequipo de fútbol Paris Saint Germain, se convirtió en un experto conocedor de los menesteres del fútbol. Y para ello, tomó el ámbito existencial con base en el fútbol para reflexionar sobre la conciencia y los tipos de grupos existentes en una sociedad. En su obra La crítica de la razón dialéctica, explica a través de analogías de fútbol su teoría sobre grupos, y su reflexión sobre el arquero y el rol que éste juega dentro de un partido de fútbol. Al igual que su amigo Sartre, Camus, deja ver en su célebre escrito denominado Lo que debo al fútbol, todo el aprecio que le tiene a este deporte. Para este arquero todo se encuentra girando en su “adquisición nosótrica”, según Mires (2014:1) el guardameta francés explica que “cada equipo de fútbol es un nosotros. Y ese nosotros no surgió de sí. Ese nosotrosapareció de recién cuando aparecieron los otros,  los del equipo contrario, los vos-otros, sin esta no habría un nosotros”.  Con tal afirmación Camus nos lanza una perspectiva existencial-antropológica, con esto nos habla del reconocimiento que debe poseer nuestra alteridad, al momento que se reconoce ésta se podrá dar cuenta de quees un “yo”, de que existe y por ende de que tieneobligaciones. Por lo que, la más grande obligación descansará en la preocupación del “otro”, como en su momento lo mencionó Levinas, autor del que más a delante se hablará.

Ahora que ya hemos abordado el fútbol con base en la historia, es necesario hablar sobre el hombre como centro del pensamiento. En el periodo clásico griego el problema de la naturaleza dejó de ser el centro de atención en la filosofía, ahora el eje central se trasladó al problema del hombre; con lo ya mencionado, el tema antropológico se sitúa en el centro de la filosofía. Es así, como el hombre secoloca en el eje principal de la reflexión humana. Para que esto se pudiera concretizar se necesitó de diversos personajes intrínsecos en la filosofía como son: los sofistas, en particular Protágoras y su concepción del hombre como la medida de todas las cosas e incluso  Sócrates y su frase célebre, la cual adoptó del templo de Delfos “conócete a ti mismo”, ambas posturas manifiestanla premisa que lo más importante no radica en lo cosmológico, sino en el hombre mismo; esto nos conduce a querer indagar sobre los problemas humanos, a los que el hombre está inmerso. Éste  es como una especie de Sísifo histórico, pero, en lugar de cargar una gran piedra sobre su espalda, lleva toda esa humanidad y con ello toda su problemática de la cual no se puede deslindar.

Con todo lo ya mencionado surge una nueva incógnita, ¿acaso el futbolista piensa al momento de jugar? Cabe mencionar que el futbolista es un hombre y para dar respuesta a esta incógnita es preciso partir de Descartes. El hombre de Descartes tiene como eje central el pensamiento, al momento de que éste se mimetiza con su res cogitans será capaz de concebir y asumir su existencia; el hombre está separado de todo factor que no incluya el pensamiento mismo, de ahí que decida denominarlo sustancia pensante, ya que no puede estar intrínseco a nada que tienda a ser engañoso o confuso, tal como lo señala Descartes (2013:16) en sus Meditaciones metafísicas al momento de argumentar que “todo lo que hasta ahora he admitido como lo más verdadero lo he recibido de o por medio de los sentidos; pero he descubierto que estos me engañan”. Es por ello que el pensamiento hará que el hombre se configure o defina como algo (sustancia que piensa), y su certeza radicará en su pensamiento, por lo tanto, sí piensa será hombre, es pues, su pensamiento lo que pondrá al hombre en una radical dualidad, lo que nos conducirá a la afirmación que el pensamiento delhombre es lo único que importa. Al momento que Descartes disertaba sobre tal menester deja vertientes que el fútbol retoma, las cuales definen claramente la situación del jugador dentro de un contexto futbolístico, es decir, el hombre al estar inserto en un equipo de fútbol se convierte en un estratega, es decir una especie de dios creador, el cual crea cosas (jugadas) a partir de su ser pensante desprendiéndose de lo empírico por este momento, teniendo como absolutización sólo su pensamiento el cual lo sitúa en una individualidad extrema, además de que se genera un choque de seres pensantes (en el campo de fútbol). En Descartes el hombre se centra en una absolutización del ego, en pocas palabras su“cogito, ergo sum”, situación que hace que el hombre tienda a una conciencia individual, por ello a una reducción del sujeto, a la vez deshumanizadora en su alteridad. Aspecto que se hace presente en la rivalidad entre diversos equipos de fútbol, con esto el acto de pensar del jugador obtiene primacía sobre la existencia del “yo” (desde Descartes) el jugador se centra en su conciencia individual, la tarea que tiene este es codificar todo lo que está a su alrededor mediante un proceso de racionalismo, lo que nos transporta a un gran problema (conciencia cerrada) el cual ejerce el jugador sobre sus compañeros de equipo y equipo rival. Ahora el conflicto de todo esto será pensar en relación con los demás, y poder sacar al jugador de esa conciencia cerrada a la que Descartes ha condenado.

Asimismo, el jugador desde la perspectiva de Descartes puede darse cuenta que existen otros jugadores parecidos a él, aunque no existe una certeza total sobre la existencia directa de estos. Si el estratega de fútbol se define con el “ergo sum” de Descartes,  sólo nos queda una gran incógnita más suscitada por su tan peculiar desprendimiento del otro,  ¿dónde queda el impacto del jugador en otro ego? Precisamente, debido a esta problemática surgida en la edad moderna, el hombre queda ensimismad.  Para poder salir de sí mismo y encontrar su fundamento fundante en el otro debe recuperar tanto la conciencia como su cuerpo, ya que el hombre a través de su cuerpo está arrojado a la realidad y con ello a su proximidad la cual se ve claramente en“el otro”, situación que también desempeña el jugador, recordemos que el jugador está en relación con su medio natural como con otros jugadores de su mismo equipo y equipo contrario, es mediante tal acción que éste podrá desenvolverse de la mejor forma posible dentro del campo de fútbol. Por lo que, un rasgo de la existencia humana es precisamente el ser con los demás, la relación con otros sujetos constituye la formación del hombre, para esto es importante sacar al hombre de sí mismo y lanzarlo hacia su proximidad como lo hace Levinas al dar primacía a una antropología de la responsabilidad, recuperando con ello una parte importante del hombre,  su cuerpo.

El jugador está obligado a interactuar y relacionarse con sus iguales para ello es necesario una praxis humana, -explico- cada acción que realizan los veintidós jugadores debe encontrase nula de cualquier actitud egoísta o ensimismada, para ello García (2004:192) señala que “el querer humano y su actuar, emerge de uno mismo hacia el exterior y hacia los demás”. Con esto queda claro que el jugador debe emitir solidaridad, pero, no sólo a su equipo sino también al equipo rival. Aquí se hace evidente la solidaridad del hombre y con ello el sentido que encuentra el jugador con en “el otro”. Para apoyar lo anterior es necesario tomar el pensamiento de Levinasdonde el hombre inicia su constitución desde el “el otro”, tal comoGarcía (2004:192) lo expresa al mencionar que Levinas cree que “el hombre se constituye desde el exterior, desde su apertura corporal a lo próximo, y a través del deseo de lo ajeno y al intercambio con los demás, todo esto ocurre porque el hombre está diseñado para la alteridad”.  Es decir, esto ayuda a que el jugador de fútbol salga de su ser cerrado (pensante) y que a través de los otros jugadores éste se pueda conformar y encontrar sentido, lo cual es parte importante en su constitución. Por lo que, a través del exterior  es que se da esta dinámica fundante entre el hombre y su alteridad; el hombre está diseñado, pues,  para estar en relación con su alteridad, sentido de su existencia la cual está ligado a la llamada del otro que exige ser reconocido, situación que esnecesaria para formar un mundo más justo y humano, no sólo en el deporte sino en la vida misma.

El pensamiento de Levinas no pretende preocuparse por uno mismo, sino por el bien del otro, para dar paso a una especie de altruismo por los demás, la premisa principal será sustituir a los demás con base en sus necesidades, para dar pie a la resolución de sus problemas y con ello construir el camino que lo conduzca a su bien; el otro sustituye al “yo”, eso da sentido a la existencia. De esta manera el “yo” se ocupa también de los otros, en pocas palabras, el pensamiento de Levinas nos lanza al encuentro con nuestra alteridad mediante la responsabilidad que desempeñamos por esta y las relaciones humanas, la cual tiene una íntima relación con su libertad y conducta mientras que con Descartes existe una responsabilidad meramente subjetiva, con Levinas se dará pie a una responsabilidad objetiva. En el fútbol estas relaciones también son necesarias, ya que el futbolista está inserto en una realidad, realidad que radica en un partido de fútbol, pero será a través de su cuerpo que pueda interactuar con su ser próximo y a través de un simple juego poder llevar a cabo una praxis antropológica con base en una ética que promueva la responsabilidad, la cual desemboque en un mero humanismo futbolero.

Para concluir, cabe regresar a la idea central de este trabajo ¿Qué es el hombre? ¿Cómo se relaciona el fútbol con la filosofía? y ¿Qué reflexión surge de éste con base en una antropología filosófica? La repuesta a todo esto se encuentra en la relación humana (hombre-hombre), la cual a través de la antropología y el deporte del fútbol se puede realizar un ejercicio interesante que no se agota aquí, donde sólo se toman elementos, que a mi parecer son interesantes,  con la tarea de presentar la relación que existe entre el hombre y el “otro”;  es decir, la alteridad que exige ser reconocida y aceptada, tal como lo menciona  Gevaert (2005:41) citando a  Levinas, donde explica que “el otro irrumpe en mi existencia, se impone por sí mismo, se asoma con su propia luz y se representa con una certeza que no admite duda”.  Tal y como se ve plasmado en un partido de fútbol donde el jugador irrumpe en el equipo contrario. Finalmente, el hombre se ha definido de muchas maneras por el misterio y complejidad que lo envuelve, de igual manera sucede con el fútbol y sus múltiples definiciones, pero, de lo que no queda duda es que el hombre posee la capacidad de ayudar a su ser próximo mediante cierta responsabilidad a priori, y es esta responsabilidad la que debe formar parte del constructo tanto futbolero como antropológico del hombre.

 

Bibliografía

Camus, A. (1957). Lo que le debo al fútbol.

Carrión, F. (2006). El fútbol es ancho y ajeno.

Descartes, R. (2013). Meditaciones metafísicas. México: Panamericana editorial

García, J. (2004). “Sobre la antropología de Levinas”, en Sellés, Juan Fernando (ed). Propuestas antropológicas del siglo XX. Pamplona: Eunsa.

Geavaert, J. (2005). El problema del hombre. Decimocuarta edición. Salamanca: Sígueme.

Mandori, M. (1999). El fútbol es un lenguaje con sus poetas y prosistas.

Mires, F. (2014). Los intelectuales y el fútbol.

Navia, M. (2007). Filosofía, estética y fútbol.

Sanabria, J. (2000). Filosofía del hombre. México: Porrúa.