Año 2. Número 3. Julio - Diciembre 2014

Investigación

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Mujeres con problemas de consumo de alcohol en San Luis Potosí, una perspectiva comunicacional

Paloma Nadyeli Vargas González y Beatriz de Ávila Ríos 8° Semestre L.C.C.

 

1.- Descripción metodológica de marco teórico.

Para comenzar a escribir sobre el marco teórico-conceptual de nuestro tema, primeramente,  se tuvieron que retomar ejemplos de otros marcos teóricos y asimismo, documentos que se encontraron dentro de la red sobre cómo realizarlo; lo anterior con la idea de poder conocer qué es, cuáles son sus cualidades y sus características.

Buscando y realizando esto, se procedió a intentar realizar el nuestro bajo el tema que se ha ido estudiando, no obstante, sinceramente fue complejo y tardado el proceso, ya que dentro del mismo, surgieron dudas y debates sobre el escrito a pesar de que ya teníamos las referencias de cómo se tenía que llevar a cabo. Es decir, primero tuvimos que entender nosotras mismas para posteriormente poder escribirle al lector.

Nos preguntamos sobre el modo de nuestra redacción; qué se tenía que abordar, qué línea había que seguir o cual tenía que ser su continuidad, qué tenía que plantearse primero y que después, entre otras dudas que definitivamente poco a poco fueron aclarándose después de escribir ideas y lo que queremos plantearle al lector.

Teniendo lo anterior, observamos estas ideas, se platicó cómo se quería comenzar y cómo tendríamos que enlazar nuestro tema de investigación para que fuera entendible y congruente; fue un rompecabezas que se tuvo que armar.

Obviamente, leímos y seguimos investigando sobre lo que ya se había planteado y otros elementos que nos faltaban para de esta manera poder complementar nuestro Marco Teórico Conceptual. No obstante, entre más leíamos, más queríamos abordar y prácticamente a todo le encontrábamos una relación, sin embargo, se intentó delimitar y mencionar por partes lo que queríamos plantear.

Para ello, tuvimos primeramente que subrayar lo que considerábamos más importante sobre algunos textos y se hicieron fichas. Respecto a las teorías que ya se tenían, se realizaron cuadros y asimismo, el diagrama de Ishikawa, utilizando estos elementos para al irlo platicando y escribiéndolo nos fuéramos acordando, ya que de esta manera fue como logramos un mayor entendimiento en las juntas que se hicieron para la realización de este documento.

Por otra parte, la organización se dio, al momento en que mientras una escribía otra abría lo que ya se había leído anteriormente para ir armando el rompecabezas e irlo ligando, siendo las dos quienes, primero pensábamos cada una por su parte, después lo platicábamos o debatíamos y  por último, lo escribíamos y corregíamos.

Decidimos empezar a describir y contextualizar sobre el alcoholismo, tema que es parte central de nuestra problemática y de donde se  buscó en los documentos y archivos que ya teníamos guardados, posteriormente, comenzamos describiendo  su clasificación para contextualizar y empezar a delimitar sobre lo que se está describiendo; después se retomó la definición de consumo, siendo posteriormente desde este momento  que se inició a platicar sobre la percepción y las distintas áreas en las que se aborda, tratando de explicar que a pesar de que esta definición surge desde la psicología a nosotras nos interesa conocerla desde la sociología y la comunicación, pues ésta es la línea que nos interesa y que a su vez creemos proviene la raíz de esta problemática. Es nuestra columna vertebral.

Asimismo, se volvieron a leer y comprender las teorías y los autores  de los cuales se especificó desde un inició se iban a utilizar, y aunque se sabe que se tienen que retomar en todo nuestro marco teórico, solamente se decidió tomar  la teoría del estudio y perspectiva de género para este ejercicio.

Es por eso, que en el presente marco teórico, se muestran diversos conceptos que son entrelazados para la comprensión de nuestro tema de investigación, así como la relación con las teorías y autores que ayudan a sustentar el siguiente trabajo.

2.- Instrumentos de análisis utilizados.

Diagrama de Ishikawa: Este diagrama nos ayudó para poder dividir las teorías que aplicaríamos para nuestra investigación y poder saber cuáles serían las de mayor importancia y mejor aplicación para nuestro trabajo.

Subrayado: Este ejercicio ayudó a poder identificar las partes más importantes de los textos y las ideas principales que se han encontrado y se decidieron abordar por la importancia e identificación con nuestro tema; ayudando a comprenderlo para posteriormente plantearlo en el escrito que se realiza y además poder encontrar la información que se necesite en el momento que se quiera retomar las citas.

Fichas: Esta técnica nos ayudó a poder comprender y explicar las teorías revisadas, analizándolas y aplicándolas para que tanto el lector como las autoras de este trabajo pudiéramos comprender la relación que tienen estos autores y sus teorías con nuestro tema a investigar. Cabe mencionar que dentro de estas fichas se encontraba parte de lo que se había subrayado con anterioridad lo cual no se citó tal cual lo presentaba el autor sino que ya se mostraba en manera de ensayo, es decir, lo que decía el autor escrito con nuestras palabras.

Cuadros: Para poder comprender las teorías, se decidió retomar pequeños párrafos que hablaran de manera general acerca de la teoría para de ahí poder ejemplificarla, es decir, un cuadro donde se mostrará la explicación y aplicación de la teoría con base a nuestro tema de investigación.

 

3.- Marco Teórico-Conceptual

Abordaje teórico-conceptual de la “Percepción del consumo del alcohol desde una perspectiva de género”.

TEMA: “La Percepción sobre el consumo de alcohol desde una perspectiva de género. El caso de San Luis Potosí”

Problema de Investigación: Se está estudiando la percepción que tienen las mujeres bebedoras excesivas o problema sobre el consumo del alcohol ante el comportamiento diferenciado por género que se ha presentado en la ciudad de San Luis Potosí, porque se pretende descubrir la relación que existe respecto a sus valores, entorno, contexto y edad, para que de esta manera se pueda generar información desde una perspectiva de género que ayude a conocer más sobre la problemática en el Estado ya que hasta el momento sólo se han manejado estadísticas de dicho incremento.

Introducción.

El objetivo del marco teórico de esta investigación, es sustentar teóricamente el estudio de las percepciones que tienen las mujeres “bebedoras excesivas o problema” sobre el consumo del alcohol en la ciudad de San Luis Potosí respecto a sus valores, entorno, estado civil y edad, por lo cual, se presentarán teorías y autores desde los cuales se aborda nuestra investigación y nuestro marco teórico conceptual.

Para caracterizar dicho fenómeno social, es necesario construir de forma crítica el marco interpretativo por donde transita la explicación científica que se brindará para un fenómeno en ascenso en la sociedad mexicana.

Por tal motivo se procederá a señalar de manera inicial en este capítulo, los orígenes teóricos del enfoque de la percepción social, su surgimiento dentro de la teoría psicológica y el desarrollo de dicha perspectiva dentro de la teoría comunicativa con una influencia basada en la multidisciplinariedad.

Las áreas de estudio que se decidieron abordar,  se concentrarán en los ámbitos de la comunicación, la sociología y el estudio de género, enfocados en un paradigma interpretativo, ya que se busca describir los elementos contextuales del objeto de estudio.

En el tenor, en la sociedad existen diversos problemas que atentan contra las personas ya sea de manera directa o indirecta; una de las problemáticas que se ha presentado a lo largo de la historia es la del Alcoholismo, palabra que fue acuñada por Magnus Huss en 1849 en su libro titulado “alcoholismus chronicus”, y que asimismo la RAE (2001) en su Diccionario de la Lengua Española, lo define como el “Abuso habitual y compulsivo de bebidas alcohólicas.// Enfermedad ocasionada por tal abuso, que puede ser aguda, como la embriaguez, o crónica. 1.- Esta última produce trastornos graves y suele transmitir por herencia otras enfermedades, especialmente del sistema nervioso”. En el mismo sentido, la Organización Mundial de la Salud (1980) describe el término como:

 

“...un estado de cambio en el comportamiento de un individuo, que incluye, además de una alteración que se manifiesta por el consumo franco de bebidas alcohólicas, una continuidad de este consumo de manera no aprobada en su ambiente socio-cultural, a pesar de las dolorosas consecuencias directas que pueden sufrir como enfermedades físicas, rechazo por parte de la familia, perjuicios económicos, y sanciones penales...”.

 

Desde el punto de vista institucional, el alcoholismo se presenta en diversas etapas según la Secretaría de Salud y el CONADIC en un documento difundido por la Fundación de investigaciones Sociales A.C, quienes han venido presentando clasificaciones sobre las formas de consumo de bebidas con contenido alcohólico, entre las cuales se encuentra la persona conocida como “el bebedor excesivo o problema” el cual cumple con las siguientes características:

·       “Persona que cuando bebe consume una cantidad de alcohol que con frecuencia llega a la embriaguez, ocasionando problemas individuales, familiares, escolares, laborales, o sociales.

·       Presenta tolerancia al alcohol por lo que consume más cantidades por ocasión, pero no ha desarrollado los signos de la dependencia o adicción.

·       Fácilmente se involucra u ocasionan accidentes, riñas y actos de violencia.

Esta es una clasificación previa a una persona que ya es considerada como persona alcohólica”.

Si bien el concepto de consumo tiene sus orígenes teóricos desde la disciplina de la economía, y es definida como la utilización o uso de bienes y servicios para la satisfacción de deseos y necesidades del individuo (RAE,2001), el consumo de alcohol es un problema público cuya importancia radica en el uso del alcohol en exceso por parte de las personas con fines de consumo o autoconsumo.

Por tanto “…el consumo es la actividad económica vinculada estrechamente con la satisfacción de las necesidades…” (Henao y Córdoba, 2007:19), y da pie a lo que se le llama consumidores, que a su vez se definen como:

El consumidor por tanto será aquel individuo que satisface sus necesidades a través de reproducción de un comportamiento de obtención de bienes y servicios avalados por la misma sociedad y considerados como legítimos, donde el alcohol se considera como un bien avalado en ciertos entornos y bajo ciertas circunstancias.

Donde los individuos ya no son sujetos sin antes convertirse pragmática y ramplonamente en objetos de su propio consumo, lo que da como derivado que en lugar de ejercer el consumo se desarrolle el consumismo, un atributo del colectivo social cuya estructura vertebral es el consumo irracional (Bauman,2007).

El colectivo de consumidores da pie a lo que Bauman (2007) llama sociedad de consumidores, que se conceptualiza como “…un conjunto especifico de condiciones de existencia bajo las cuales son muy altas las probabilidades de que la mayoría de los hombres y mujeres adopten el consumismo antes que cualquier otra cultura…” (77).

En este caso, sería correcto hablar de una sociedad de consumidores de alcohol, que condicionan su propia existencia bajo el criterio del consumo exacerbado del alcohol, como principio básico de socialización en su entorno cotidiano.

 Por otra parte, el estudio de la percepción del consumo del alcohol desde una perspectiva de género representa un reto para la estructuración argumentativa de un abordaje teórico-conceptual pertinente que permita caracterizar el proceso que sufre el individuo al momento de adoptar el consumo de un producto considerado como adictivo, enmarcado dentro de su propia cotidianidad.

 La perspectiva de género tiene sus antecedentes de la teoría de género y en el paradigma de la cultura del feminismo  y consiste en el impulso a la construcción de tipo subjetivo de la re significación histórica, social, cultural y política de la mujer desde y para con ellas mismas (Lagarde,1996:1).

Para Rubín (1975)[1],  el género lo caracteriza de la siguiente forma:

“Desde que nace una persona, la familia, la escuela, su entorno, la sociedad en general van mediatizando cada una de sus elecciones y decisiones, de tal manera, que sus gustos, sus aficiones, su forma de ser y estar van a hallarse determinadas por el hecho de nacer de uno u otro sexo”.

Es por eso que la mujer no debe ser catalogada por su condición de género ya que tanto hombre como mujer son iguales, diferenciándose por la mediatización que cada uno recibe, es decir, se toman percepciones con base a lo que adquirieron de acuerdo a su contexto histórico, social y cultural.

Por lo que los hábitos de consumo de alcohol están condicionados también por la perspectiva del género del individuo que lo consuma, condicionado a un tiempo y contextos específicos.

Por tanto, el consumo del alcohol desde una perspectiva de género se encuentra supeditado a la construcción de la percepción del mismo fenómeno por parte de los actores involucrados.

Debido a dicha cuestión es que es conveniente indicar que la percepción desde la psicología “es la manera en que nuestro cerebro organiza los sentimientos de nuestros órganos sensoriales para interpretarlos, es decir, el reconocimiento de los objetos que proviene de combinar las sensaciones con la memoria de experiencias sensoriales anteriores”. (Papalia, 1988:87)

De acuerdo con Vargas (1994) el estudio de la percepción ha sido apropiada por la Psicología, y se define como:

 

“…el proceso cognitivo de la conciencia que consiste en el reconocimiento, interpretación y significación para la elaboración de juicios en torno a las sensaciones obtenidas del ambiente físico y social, en el que intervienen otros procesos psíquicos entre los que se encuentra el aprendizaje, la memoria y la simbolización…” (48).

 

Se trata de un proceso que no es lineal, ni tiene un camino establecido ya que es condicionado por el contexto, el momento y el proceso histórico en el que tenga lugar, asimismo, es conveniente aclarar que la percepción está ligada con la conciencia del fenómeno vivido, ya que se pueden percibir múltiples experiencias, pero solo algunas de ellas quedarán en la consciencia del individuo.

La percepción del consumo del alcohol desde una perspectiva de género dependerá del medio social y cultural en el que se desenvuelven las personas, entendiendo que “el lenguaje refleja el estilo de vida y la concepción de la realidad que es compartida por los miembros de una cultura” (Collado, 2002:275). Todos los aspectos de la vida social y cultural de los individuos forman el entorno en el cual se desenvuelven, según la teoría transcultural de Lininger (1960), que  define entorno “como todos los aspectos contextuales en los que se encuentran los individuos y los grupos culturales”.

 Por tanto, puede existir una multiplicidad de tipos de percepción del consumo del alcohol, como existen una gran variedad de enfoques de análisis, capacidades físicas de los sujetos, sus sentidos, pero sobre todo fuertes condicionantes para ver sólo una parte del crisol de la realidad.

Por tal motivo es que esta investigación se interesa en el desarrollo de un tipo específico de percepción y que es la que recibe el adjetivo de “social”, y que se define como el estudio de cómo los individuos forman sus impresiones acerca de la realidad condicionados por un medio social, y como es que realizan inferencias acerca de otras personas en un entorno colectivo (Aronson, Wilson y Akert, 2009).

Por tanto, la percepción social del consumo del alcohol desde una perspectiva de género involucra las conductas observables como: La apariencia física, las claves no verbales, la conducta manifiesta, dándole un rol primordial a las asociaciones de dichas cuestiones relacionándolas con riesgos y a la accesibilidad, es decir, a la rapidez y prontitud con la cual la representación del otro accede a impactar nuestra conducta o la de los demás.

La percepción se clasifica para volverse entendible a partir de ser moldeadas por estructuras sociales, es decir, la percepción social del consumo del alcohol desde una perspectiva de género está fuertemente condicionada por el ámbito social que es el que da forma directa o indirecta a las sensaciones obtenidas a partir de las acciones, los hábitos y la interacción con los demás.

La percepción consiste por tanto en una categoría de análisis que está ligada a la situación histórico-social del sujeto de estudio, en un ámbito espacial y temporal donde la conducta es una consecuencia de lo percibido socialmente.

La conducta enmarcada en la cotidianidad, donde la rutina y el quehacer diario no visibiliza el fundamento de las conductas, y hacen imperceptible el condicionamiento propiciado por la percepción social, en su dimensión moral.

 

Referencias:

Libros:

  Bauman, Zygmunt. 2007. “Vida de Consumo”. México: Fondo de Cultura Económica.

  Collado, C. (2001).  “La comunicación humana en el mundo contemporáneo”. México: Mc Graw Hill Interamericana Editores.

  Elliot Arinson, Timothy D. Wilson, Robin M. Akert. 2009. Social Psychology, 6ta. Pearson.

  Huss, M & Van Dem, G. (1852). alcoholismus chronicus”. Boston: Stockholm; Leipzig: CE fritze. Disponible en: http://translate.google.com.mx/translate?hl=en&sl=de&u=https://archive.org/details/chronischealkoho00huss&prev=/search%3Fq%3Dalcoholismus%2Bchronicus,%2BMagnus%2Bhuss%26client%3Dsafari%26rls%3Den%26biw%3D1152%26bih%3D437

  Papalia, D y Wendkos, S. (1988). “Psicología”. Ed. McGraw-Hill.

 

Obras de referencia:

  Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22 ed.). Madrid. Recuperado de: http://buscon.rae.es/drae/srv/search?id=eu4QUVy5LDXX2Lz1lURz

ü  Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22 ed.). Madrid. Recuperado de: http://buscon.rae.es/drae/srv/search?id=7vu7vveWeDXX2qabN7Ex

Revistas:

Alpízar López, M, Pérez Hoz, G &  García Hernández, I. (2008). “Previniendo el alcoholismo”. Redalyc. 34(3). Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21434312

García, Y. 2006. “Acerca del género como categoría analítica”. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. Recuperado de: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/13/yhgarcia.pdf

Henao, Oscar y José Fernando Córdoba L. 2007. “Comportamiento del consumidor, una mirada sociológica”. Entramado, vol. 3, núm. 2, julio-diciembre, 2007, pp. 18-29. http://www.redalyc.org/pdf/2654/265420387003.pdf

Lagarde, Marcela. 1996. “La perspectiva de género”. En Género y Feminismo. Desarrollo Humano y Democracia. España: Ed. HORAS. Disponible en: http://www.asamblea.go.cr/Centro_de_informacion/Unidad_Tecnica_Igualdad/Documents/Qué%20es%20Género%20por%20Marcela%20Lagarde.pdf

Vargas Melgarejo, Luz María (1994). En Alteridades. 4(8). pp. 47-53.

 Páginas de Internet:

Triana, D. (2014). “Perspectiva de Género”. Prezi. Recuperado de: http://prezi.com/stat0bj4ybnc/perspectiva-de-genero/

Fundación de investigaciones sociales. A.C. (s/f). “Clasificación de bebedores”. Recuperado de: http://www.alcoholinformate.com.mx/pdfdocument.cfm?articleid=36&catid=6

 

[1]Muchos son los autores, si no todos, que coinciden en señalar el surgimiento de los Estudios de Género en el contexto más general que significó la llamada segunda ola del feminismo, en un proceso complejo que evolucionó de los Estudios de la Mujer a principios de la década del ́70 del siglo XX, hacia los Estudios de Género en la década de los ́80 de ese mismo siglo” (García, 2006).